FEPEX pide analizar la importación de algunas frutas y hortalizas en plena campaña española

La Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX) ha pedido un análisis sobre el crecimiento constante de la importación en determinados productos y periodos coincidentes con la campaña española, con el fin de determinar si este aumento es imputable a una pérdida de competitividad, a la ausencia de reciprocidad en cuestiones medioambientales, sociales o fitosanitarias en los acuerdos comerciales, o a otras causas.

FEPEX pide analizar la importación de algunas frutas y hortalizas en plena campaña española

La importación española de frutas y hortalizas frescas continuó creciendo en el mes de julio un 4% en volumen y un 4,5% en valor en relación al mismo mes del año anterior, sumando 198.665 toneladas y 176,3 millones de euros, según datos procedentes de la Dirección General de Aduanas, procesados por FEPEX.

En el acumulado de enero a julio, las compras españolas hortofrutícolas desde el exterior ascendieron a 1,7 Mt, con un aumento del 2,7% respecto al mismo periodo de 2016, con una facturación de 1.531 M€, un 10% superior.

El principal producto de la importación española, de enero a julio, en términos de peso y valor es la patata, con 497.944 t (+9%), representando el 62% de las hortalizas importadas y el 28% del total sectorial, con un valor facturado de 163 M€ (+18%).

En hortalizas destaca también la judía verde, con 71.125 t (-2%) y 98,7 M€ (+0,2%) y el tomate, con 64.511 t (+8%) y 57,5 M€ (+19%).  En conjunto, la importación española de hortalizas en los siete primeros meses del año ascendió a 805.228 t (+5%) por valor de 496 M€ (+12%).

En cuanto a las frutas, la importación total ascendió a 967.630 t (+1%) por un valor de 1.035 M€ (+9%). La primera fruta comprada por España es el plátano, con 174.089 t (+4%), representando el 18% del total, seguido de la manzana, con 123.514 t (-13%) y el kiwi, con 119.574 t (+32%). Destacan también las compras de piña, con 92.119 t (+7%) sandía, con 75.313 t (+38%), aguacate, con 55.540 t (-2%) o melón con 48.297 t (+15%).

El crecimiento de julio y en el acumulado enero-julio consolida la tendencia al alza de las importaciones españolas en los últimos años.

Exportación moderada

Por su parte, la exportación española de frutas y hortalizas frescas hasta julio creció un 2% en volumen y un 5% en valor con relación al mismo periodo del año anterior, sumando 7,7 Mt y 8.249 millones de euros, según los últimos datos de la Dirección General de Aduanas.

La exportación de hortalizas hasta julio se situó en 3,2 Mt, un 4% menos que en el mismo periodo de 2016, mientras que el valor creció un 6% ascendiendo a 3.521 M€.  Se redujeron un 12% los envíos de la principal hortaliza vendida: el tomate, situándose en 550.934 t, mientras que el valor subió un 11%, hasta 679 millones de euros.

También se redujeron los volúmenes de coles, con un 3% menos y 334.669 t; de pepino, con un 3% menos y 326.907 t,  y de calabacín, con un 2,5% menos y 207.082 t, mientras que el valor creció en los tres casos, un 6% en coles, con 356 M€; un 27% en pepino, con 331 M€, y en un 35% en calabacín con 203 millones.

En el caso de la lechuga, segunda hortaliza exportada en este periodo creció el volumen un 2%, hasta 487.597 t y el valor se estabilizó, con 441 M€. También destacó las ventas al exterior de pimiento con 431.533 t (+2%)  y 644 M€ (+6%).

La exportación de frutas en los siete primeros meses del año creció un 7% en volumen, situándose en 4,5 Mt y un 4% en valor, con 4.727 M€. Crece las ventas al exterior de naranja, limón, así como sandía, con 579.544 t (+8%) y melón, con 307.353 t (+5%).

Destaca también la exportación de fruta de hueso,  como el  melocotón, con 248.459 t (+20%) y la nectarina, con 269.500 t (+23%), así como los frutos rojos, con 44.446 t en el caso del arándano (+32%) y 35.068 t (+26%) en frambuesa.

Para FEPEX es preocupante la fuerte disparidad existente en el comportamiento de la exportación en volumen y en valor de algunos productos, lo que puede reflejar la existencia de desequilibrios entre oferta y demanda y la necesidad de adaptar medidas que permitan ajustar esa oferta y demanda, en un contexto de creciente globalización del mercado comunitario.

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