El CESE pide un presupuesto ambicioso para la UE y se opone a los recortes en la PAC

El Comité Económico y Social de la UE abogará por un presupuesto europeo ambicioso, de al menos el 1,3% de la Renta Nacional Bruta (RNB) para afrontar los nuevos retos y evitar recortes en la futura PAC y en la política de cohesión.

El CESE pide un presupuesto ambicioso para la UE y se opone a los recortes en la PAC

 La negociación del próximo marco financiero plurianual (MFP)  2021-2027 y las elecciones europeas llegan en un momento decisivo para la Unión Europea. Desde el creciente euroescepticismo hasta los retos de la migración, se plantea una amplia gama de cuestiones políticas y socioeconómicas urgentes, algunas de las cuales incluso están poniendo en entredicho a la propia UE.

En el transcurso de un debate en el Pleno del CESE con Günther Oettinger (comisario europeo de Presupuesto y Recursos Humanos) en esta coyuntura crucial, se hizo hincapié en que el futuro presupuesto habrá de abordar estos retos y pidió un compromiso ambicioso por parte de los Estados miembros de al menos el 1,3 % de la renta nacional bruta (RNB) para el futuro marco financiero.

Para el CESE, “la conclusión de un acuerdo sobre un presupuesto consistente para 2021-2027, antes de las elecciones europeas en mayo de 2019, enviaría un mensaje político importante y garantizaría una ejecución sin demora de los programas de gasto importantes.

Nada más comenzar el debate, el presidente del CESE, Luca Jahier, reconoció las diferentes restricciones que la Comisión Europea ha debido tener en cuenta al elaborar la propuesta de presupuesto. No obstante, señaló que carecía de ambición.

“Necesitamos un presupuesto muy sólido si queremos enviar un mensaje de esperanza, ambición y optimismo con respecto al futuro de Europa y los europeos en vísperas de las elecciones de 2019”, afirmó, Jahier. Ahora más que nunca, se necesita un presupuesto ambicioso.

Javier Doz Orrit, ponente del dictamen del CESE sobre este asunto, señaló: «Apoyamos la estructura y las prioridades de la propuesta de la Comisión, así como las medidas sobre simplificación, flexibilidad y sinergias, pero los recortes no son el camino a seguir. Una nueva disminución del volumen de recursos es inaceptable dada la situación en que se encuentra la economía de la UE». Al igual que el Parlamento Europeo, el CESE aboga por un presupuesto de al menos el 1,3 % de la RNB. Este porcentaje dotaría a la UE de los instrumentos necesarios para hacer frente a los retos actuales y futuros, y para tener en cuenta las diversas necesidades de la sociedad.

En su intervención sobre la estructura y los objetivos de la propuesta de la Comisión, Günther Oettinger defendió la reducción prevista del presupuesto del 1,16 % al 1,11 % de la RNB. Esta decisión se basa en la perspectiva de la próxima retirada del Reino Unido (“Brexit”), el segundo contribuyente neto de la UE, que generará un déficit de ingresos de unos 84 000 millones de euros durante el próximo período, junto con la falta de voluntad de algunos Estados miembros para aportar más recursos.

La propuesta de la Comisión debe ser ambiciosa, pero realista, para desembocar finalmente en un acuerdo unánime. El comisario expresó su convencimiento de que un presupuesto de “más del 1,114 % de la RNB no será viable.”

Bajo ningún concepto

Los oradores de los tres grupos, que representan a los empresarios, los trabajadores y las actividades diversas en Europa, señalaron que bajo ningún concepto podían aceptar un fuerte recorte presupuestario para la política de cohesión o la política agrícola común (PAC), habida cuenta de los retos que se plantean.

No obstante, reconocieron que es necesario reformar estas políticas. Asimismo, se destacó la necesidad de financiar el Desarrollo Rural y reducir las disparidades entre los Estados miembros.

El ponente del CESE, Javier Doz Orrit, se refirió a las consecuencias sociales de la crisis y las diferencias existentes entre los Estados miembros. Ambas políticas deberán al menos mantener su dotación presupuestaria actual. Además, debería establecerse un programa específico para ayudar a los Estados miembros a aplicar el pilar europeo de derechos sociales.

“Si no se pueden evitar los recortes, tampoco se pueden evitar los recortes en los dos programas principales”, respondió el Comisario Oettinger refiriéndose a los recortes de la política de cohesión y la PAC.

Oettnger lamentó los recortes presupuestarios, pero los consideró apropiados. La cohesión económica y social, la solidaridad entre las regiones más fuertes y más débiles, y la sostenibilidad seguirán siendo prioridades para la Comisión.

Esto también se vio reflejado en recortes menos importantes para el Fondo Social Europeo (FSE+). El comisario de Presupuestos subrayó que “los recortes serían una consecuencia lógica del Brexit y la necesaria introducción de nuevas prioridades políticas, como la protección de las fronteras, la migración, la ayuda al desarrollo y la defensa”. Los ahorros estructurales y el aumento de las contribuciones de los Estados miembros representarían el 50 % del déficit ocasionado por el Brexit.

En su dictamen, el CESE apoya la introducción de nuevos recursos propios en el presupuesto para aumentar los ingresos. A este respecto, considera que las propuestas de la Comisión se quedan cortas y solicita, de acuerdo con las propuestas del Grupo de Alto Nivel «Recursos Propios», presidido por Mario Monti, la introducción de un impuesto sobre sociedades basado en la base imponible consolidada común del impuesto sobre sociedades (BICCIS) y de impuestos sobre las transacciones financieras y las emisiones de carbono. Hace hincapié en que será muy difícil hacer que estos recursos sean operativos a tiempo.

Recursos suficientes

En el debate posterior a la intervención del comisario, los oradores de los tres grupos del Comité reconocieron el consenso general con la Comisión en torno al objetivo de garantizar que la UE disponga de suficientes recursos financieros.

Se acogió con satisfacción la voluntad del comisario de tener en cuenta las ideas sobre una mayor simplificación y flexibilidad, al igual que el objetivo de la Comisión de aumentar el gasto en políticas con un alto valor añadido europeo (investigación e innovación, redes transeuropeas, Erasmus, etc.).

En el caso de algunos programas, se criticó la asignación de recursos. Los diputados se mostraron a favor de un presupuesto más elevado para el FSE+ y más flexibilidad para la financiación de la cohesión.

Se destacó la necesidad de recursos adecuados para cumplir los acuerdos internacionales sobre el clima y hacer frente a los retos de la digitalización. Por lo tanto, debería incrementarse aún más la dotación del Fondo de Adaptación a la Globalización. También se mencionó que la interconexión de los programas podría hacer que la financiación resulte más eficaz.

Los oradores aceptaron de buen grado que el comisario les animara a abogar por la conclusión de un acuerdo oportuno sobre un presupuesto más ambicioso. Junto con el Parlamento Europeo y el Comité de las Regiones, quieren abogar por un presupuesto más ambicioso, apoyando al mismo tiempo los aspectos positivos de la propuesta de la Comisión.

La comunicación con los Estados miembros será crucial para mejorar no solo el proyecto europeo en sí mismo, sino también el ambicioso presupuesto solicitado.

Una vez concluido el debate con el comisario, el Pleno del CESE aprobó su dictamen sobre el tema casi por unanimidad. En los próximos plenos, se someterán a debate y votación otros dictámenes sobre las propuestas sectoriales de la Comisión relativas a los programas de gastos del MFP 2021-2027.

Dictamen CESE:  DictamanCESEMFPlurUE

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