Crisis del mercado de los Fertilizantes: sin medidas concretas a corto plazo de Bruselas. Por Tim Cullinan

La primera respuesta de la Comisión Europea a la crisis del mercado de los fertilizantes carece de medidas concretas a corto plazo.

Crisis del mercado de los Fertilizantes: sin medidas concretas a corto plazo de Bruselas. Por Tim Cullinan

Por Tim Cullinan. Presidente de la IFA, vicepresidente primero del COPA, criador de cerdos de Tipperary (Irlanda).

La invasión rusa de Ucrania ha perturbado muchos mercados y cadenas de valor a nivel mundial. Además de los productos energéticos y agrícolas, que han sido ampliamente analizados y comentados, hay otro mercado en el que la guerra está teniendo un gran impacto en la agricultura europea: los fertilizantes.

Las crisis en el mercado de los fertilizantes difieren en su naturaleza, pero sus efectos son acumulativos para los agricultores.

Los fertilizantes son unos insumos importantes en la producción de los cultivos, especialmente en cereales, en oleaginosas y en proteaginosas, donde solían representar el 17% de la facturación global y el 42% de los costes específicos [Media 2013-2019, fuente Comisión Europea RICA).

Esto fue así hasta 2021, cuando se produjo una primera crisis: un shock de la demanda de este insumo a raíz de la recuperación mundial post-pandémica. En este sentido, el precio al por mayor de la UE para la solución de nitrógeno experimentó una subida del 250% desde enero de 2021 hasta febrero de 2022 [De 171 a 611 €/t UAN 30 ex tanque Rouen, fuente: Agencias de Inteligencia de Mercado).

A pesar de las dificultades del mercado, los agricultores de la UE han podido abastecerse de la mayor parte de los fertilizantes necesarios para esta campaña. Sin embargo, el precio extra que hemos tenido que pagar no se ha visto compensado por el moderado aumento del precio del grano experimentado desde mediados de 2021.

Todos mis colegas europeos están ahora preocupados, ya que es probable que sus ingresos para la campaña de 2022 se reduzcan drásticamente.

Desde la invasión rusa del 24 de febrero, los mercados de fertilizantes asisten a una nueva crisis, esta vez en forma de shock de suministro. Rusia, Bielorrusia y Ucrania han dejado de exportar fertilizantes.

Como la UE depende de las importaciones de fertilizantes y los tres países juntos representan el 43% de nuestras importaciones de este inputs, los precios han dado otro salto a niveles sin precedentes, muy por encima de los ya elevados precios de antes de la guerra.

El precio de la solución nitrogenada está ahora un 370% por encima del nivel de enero de 2021[De 171 a 800 €/t UAN 30 ex tanque Rouen marzo 2022, fuente: Agencias de Inteligencia de Mercado]. Lo peor está por llegar, ya que se prevé una escasez de suministros en la próxima temporada que comienza en mayo. Una fertilización insuficiente supondrá una pérdida de rendimiento en la próxima cosecha.

Una respuesta europea que aporta pocas soluciones a corto plazo

Desde el 24 de febrero, las autoridades europeas han sido bastante proactivas en lo que respecta a la crisis que afecta al mercado de la energía y los cereales.

El 8 de marzo, la Comisión Europea publicó el plan REPowerEU, que aborda los mercados del petróleo, el gas y la electricidad y propone medidas a corto y largo plazo.

Asimismo, el 23 de marzo, la Comisión publicó su Comunicación sobre Seguridad Alimentaria, que incluye medidas inmediatas y a largo plazo destinadas a aumentar la producción de alimentos de la UE y apoyar a los ganaderos y agricultores afectados por los altos precios de los insumos.

Sin embargo, hasta ahora Europa se ha quedado corta a la hora de abordar el aumento de los precios de los fertilizantes en la UE y el riesgo de escasez de los mismos, que afecta esencialmente a la urea, las soluciones nitrogenadas, los fosfatos y la potasa.

Aparte de los objetivos a largo plazo para reducir la dependencia de la UE del gas natural y los fertilizantes importados, y de las ayudas directas a los agricultores y a la industria de los fertilizantes a corto plazo, la Comunicación de la Comisión Europea no aborda los actuales desequilibrios estructurales del mercado de los fertilizantes.

La comunidad agrícola de la UE lleva años pidiendo un cambio. Existen soluciones políticas inmediatas de la UE que podrían ponerse en marcha para aliviar la presión sobre los mercados de fertilizantes de la UE.

Nitrógeno: aunque la UE es autosuficiente en nitrato de amonio, las importaciones hacia el mercado europeo representan el 36% del consumo de urea y el 30% de la solución de nitrógeno.

Además, el 34% de las importaciones de urea procedían de Rusia, Bielorrusia y Ucrania, mientras que el porcentaje era del 45% en el caso de la solución de nitrógeno, lo que supone un alto riesgo de escasez en los próximos meses.

El mercado de nitrógeno de la UE está protegido por unos derechos de importación del 6,5%, agravado por los impuestos “antidumping” específicos, que afectan a la solución de nitrógeno de dos de los principales exportadores mundiales, Trinidad y Tobago y Estados Unidos. Como consecuencia, los proveedores tienen un claro incentivo para abastecer otros mercados en lugar de Europa.

Para evitar la escasez, la UE debe suspender urgentemente los derechos de importación y “antidumping” sobre la urea y las soluciones nitrogenadas.

Otras medidas complementarias a corto plazo deberían incluir la garantía de los flujos de productos de los exportadores vecinos (especialmente la urea de Egipto y Argelia); la concesión de flexibilidad en los documentos de importación relacionados con REACH (siglas en inglés del Sistema de Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de Sustancias y Preparados Químicos), y la promoción del uso de fertilizantes complementados con inhibidores de la ureasa y la nitrificación que mejoran la eficiencia, permitiendo a los agricultores utilizar un 15% menos de nitrógeno en promedio.

Fosfatos y potasa: las importaciones representan la mayor parte del consumo de la UE de roca fosfórica y potasa, y el 33% de las importaciones de roca fosfórica solían proceder de Rusia, Bielorrusia y Ucrania, mientras que la cuota era del 54% en el caso de la potasa.

Esto también conlleva un alto riesgo de escasez de suministro en la campaña 2022/2023.

Dado que las importaciones de la UE están libres de impuestos, las acciones urgentes incluyen asegurar el suministro de exportadores alternativos (Marruecos, Argelia, Egipto, Israel, Senegal y Sudáfrica en el caso de los fosfatos; Canadá, Israel y Chile en el caso de la potasa), así como retrasar la aplicación del Reglamento UE de Comercialización de Fertilizantes [Reglamento (UE) 2019/1009], cuya aplicación está prevista para el 17 de julio de 2022, que establece un valor límite de cadmio de 60 mg/kg de P2O5 en los abonos minerales fosfatados y que impediría el acceso o generaría mayores costes para acceder a los fosfatos del Norte de África en comparación con otros usuarios como Brasil.

Abonos orgánicos: Los agricultores no sólo utilizan abonos minerales, sino que también producen y utilizan abonos orgánicos, como paja, estiércol y digestato de plantas de biogás.

La Directiva de Nitratos [Directiva sobre nitratos 91/676/CE] establece límites para el nitrógeno procedente del estiércol, que puede aplicarse anualmente en 170 kg/ha, lo que lleva a una distinción injustificada entre la materia orgánica procedente del estiércol del ganado y otras fuentes orgánicas.

Reducir la dependencia de las importaciones de fertilizantes: un objetivo compartido a medio plazo

A medio plazo, Europa debería trabajar para reducir su dependencia de las importaciones de fertilizantes, como se menciona acertadamente en la Comunicación de la Comisión del 23 de marzo.

Existen medidas destinadas tanto a disminuir el consumo, como a desarrollar las fuentes europeas de abonos, pero tardarán en establecerse.

Estamos de acuerdo con la Comisión Europea en que la limitación de las necesidades de nitrógeno debe lograrse mediante un amplio desarrollo de la tecnología de la agricultura de precisión, al tiempo que se utilizan variedades de plantas más eficientes y leguminosas (y quizás otros cultivos en el futuro) que puedan realizar la fijación simbiótica del nitrógeno desde el aire.

En cuanto a la oferta, Europa debería acelerar el desarrollo de abonos minerales nitrogenados producidos a partir de hidrógeno verde local, así como mejorar el reciclaje de nutrientes a partir de fuentes orgánicas locales (estiércol de ganado, carbón vegetal, residuos…etc.).

Además, algunas regiones tienen excedentes de materia orgánica, mientras que otras son deficitarias.

Es esencial ofrecer más incentivos para apoyar las inversiones en el reciclado de nutrientes en la materia orgánica y el estiércol, y romper las barreras administrativas para facilitar el suministro de materia orgánica desde las regiones con excedentes a las deficitarias de la UE.

Por ejemplo, cuando los digestatos se alteran de alguna manera, como el compostaje o la separación líquido-sólido, se vuelven a considerar como residuos y no como material componente del abono.

Además, algunas regiones tienen excedentes de materia orgánica, mientras que otras son deficitarias. Es fundamental ofrecer más incentivos para apoyar las inversiones en el reciclaje de los nutrientes de la materia orgánica y el estiércol y eliminar las barreras administrativas para facilitar el suministro de materia orgánica desde las regiones con excedentes a las deficitarias de la UE.

Por ejemplo, cuando los digestatos son alterados de alguna manera, como el compostaje o la separación líquido-sólido, vuelven a ser considerados como residuos y no como material componente de producto fertilizante, que entra en el ámbito de aplicación del Reglamento de Productos Fertilizantes de la UE [Reglamento (UE) 2019/1009 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 de junio de 2019,por el que se establecen normas sobre la comercialización de productos fertilizantes de la UE y se modifican los Reglamentos (CE) nº 1069/2009 y (CE) nº 1107/2009 y se deroga el Reglamento (CE) nº 2003/2003]. Algo que va en contra de una correcta gestión de este tipo de material y de la economía circular.

La creación de una política europea de fertilizantes a largo plazo es un paso clave para limitar nuestra dependencia de los insumos agrícolas importados, aumentar la resistencia de la cadena alimentaria y mejorar la seguridad alimentaria mundial.

Sin embargo, los responsables de la toma de decisiones también deben hacer frente a las amenazas a corto plazo y tomar medidas inmediatas y de emergencia para facilitar las importaciones de fertilizantes, con el fin de evitar la previsible escasez de este insumo crítico en los próximos meses.

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