“Comparte el secreto”: nuevo plan estratégico de Aragón para impulsar la promoción de sus alimentos

La nueva estrategia del Departamento de Desarrollo Rural persigue el objetivo de buscar la notoriedad de los alimentos producidos en Aragón y favorecer su comercialización.

Buscar notoriedad y crear una imagen potente de los alimentos producidos en Aragón en las próximas campañas: este es el primer pilar del nuevo plan estratégico de promoción agroalimentaria, presentado este miércoles por el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad en el Caixa Fórum (Zaragoza).

A él se suman otros cinco y todos ellos gobernarán el plan estratégico elaborado por la dirección general de Fomento Agroalimentario para los próximos cuatro años.

La agroindustria es, además de vertebral y central, “el sector estratégico por excelencia de la economía aragonesa, capaz de impulsar desarrollo, atraer inversiones y generar empleo en el mundo rural”, según apuntó el presidente de Aragón, Javier Lambán, durante la presentación, en la que añadió que “la agroalimentación aragonesa tiene un presente espléndido y un gran futuro por recorrer” tanto en España como fuera del país.

Este plan estratégico presentado este miércoles 12 de diciembre es una necesidad muy demandada por el sector de la agroindustria, y para el que el Gobierno de Aragón ya ha comprometido en lo que va de legislatura un total de 127,5 millones de euros.

El Ejecutivo publicó también en el Boletín Oficial de Aragón (BOA) una línea de ayudas para las industrias agroalimentarias dotada con 30 millones de euros. De este montante, un total de 24,5 millones de euros han sido destinados ya a la promoción.

Este sector vertebrador de la economía y el territorio aragonés, “en una estructura centralizada de país sin posibilidad de co-decisión desde las CC.AA., pasaría a ser un simple recurso de una estrategia nacional y seguramente condenada a la irrelevancia”, comentó Lambán.

El presidente aragonés señaló que la Constitución de 1978 “nos da instrumentos no solo para el ejercicio del autogobierno político, sino también para que las potencialidades, capacidades, talento y creatividad de la sociedad aragonesa en todas sus variantes se despliegue con éxito y fortuna, generando desarrollo y empleo”.

En relación con ello, Lambán recalcó la importancia de dar a conocer las potencialidades del sector fuera de Aragón y a aprovechar el talento para ser más visibles en el exterior, añadiendo  que “ya somos una Comunidad política y económica triunfante, si además hacemos esfuerzos de promoción hacia fuera, no habrá reto que se nos resista, ni desafío al que no podamos hacer frente”.

También manifestó que, en todo lo relacionado con la agroalimentación, su Gobierno trata de de innovar, incorporar investigación y de que todas las acciones estén en la línea de la sostenibilidad y de la Agenda 2030.

El sector de la agroindustria emplea a 15.600 personas en Aragón y aporta más de un 3,6% al PIB. Sus exportaciones suponen un 10% de todo el comercio exterior (1.201 millones de euros) y las encabezan los productos cárnicos, con un 64% del total, seguidos por los vinos (10%) y el pan, la bollería y las pastas alimenticias (7%).

El principal destino de las exportaciones es Europa (70%), seguido por Asia (20%) y América (5%). Francia, el este de Europa, Italia, Portugal, China y Japón son los principales países importadores.

Buscar el reconocimiento

Utilizar los productos-bandera, como son los de calidad diferenciada, para tirar de todo el sector; favorecer las acciones de comercialización, especialmente a través de cadenas de distribución; priorizar determinadas áreas geográficas, con Madrid a la cabeza; atender, con sentido universal, a todos los nichos de mercado posibles; y hacerlo todo con sentido cooperativo entre la Administración, los productores y la agroindustria, son las orientaciones fundamentales del plan.

La acción comenzará en enero de 2019 con el diseño de las piezas publicitarias y el lanzamiento de una campaña de medios, que se complementará con un abanico de actividades promocionales entre las que se encuentran presentaciones, asistencia a ferias y congresos, demostraciones y catas, promociones en centros comerciales, misiones inversas y otras.

Todo, con un presupuesto para esta anualidad de 2,5 millones de euros y un total de 10 millones a lo largo de los cuatro años, entre 2019 y 2022.

El objetivo genérico es dotar a las producciones alimentarias aragonesas de un conocimiento y un reconocimiento que en estos momentos no tienen, en general, en el mercado y entre los consumidores, tal y como se desprende del estudio realizado por las consultoras Onza e Ikerfel, que componen la UTE que se adjudicó el concurso convocado por Desarrollo Rural con este fin.

Ambas empresas han desarrollado también el plan estratégico que, a partir de ahora, será ejecutado por la compañía pública Sarga con varias metas más, como incrementar los índices de comercialización de alimentos de Aragón, alentar el orgullo de los empresarios y ciudadanos de la comunidad, estimular la producción de calidad o buscar sinergias con los distintos agentes de la cadena alimentaria.

En todo caso, todos estos objetivos, estrategias y acciones se evaluarán periódicamente con el sector, que ha participado activamente en el trabajo de diseño del plan a través de la Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón (AIAA) y otras organizaciones o ámbitos profesionales.

En estas evaluaciones se establecerán prioridades y se introducirán las novedades o correcciones que en cada momento se consideren oportunas.

“Comparte el secreto”

El plan estratégico es resultado de un diagnóstico previo realizado por la UTE mediante estudios cuantitativos y cualitativos y un profundo análisis documental.

Una de sus principales conclusiones señala la poca notoriedad y la gran confusión existente entre los consumidores con respecto a los productos aragoneses, a pesar de los sellos de calidad que hay y de la alta valoración que el público otorga a los alimentos amparados por ellos.

En este sentido, el informe señala que Aragón no es una Comunidad percibida especialmente por la calidad de sus producciones, ni por la existencia de claros referentes alimentarios. “En la mente de los consumidores no encontramos alimentos tractores que puedan impregnar de calidad al conjunto de nuestros productos agroalimentarios”, señala el documento.

Otra conclusión clara determina que en Aragón se sabe producir, pero no vender lo producido, problema que se agudiza con el desorden estratégico que ha tenido lugar en los últimos años.

Tras analizar estas circunstancias y lo que ocurre en otras CC.AA. y regiones europeas, el estudio propone cuatro posibles modelos de actuación promocional: 1) creación de una marca paraguas de calidad agroalimentaria, 2) creación de una marca promocional, 3) convivencia de ambas o 4) programa promocional bajo un lema o concepto único.

Los expertos convocados por el Gobierno de Aragón optaron finalmente por la cuarta opción, un lema que responda a “un gran ideal compartido entre el sector y el resto de públicos”: Comparte el secreto. Con esta frase se convierte una debilidad (la falta de notoriedad) en fortaleza al transformar la primera en un hecho sobresaliente como es tener un secreto, es decir, una información de valor que todo el mundo va a querer conocer.

Esta cuarta opción no impide evolucionar hacia cualquiera de las otras en el futuro y, en el contexto agroalimentario actual, tiene algunas ventajas, como son la de poder obtener resultados a corto plazo adaptándose a diferentes escenarios presupuestarios o facilitar la adhesión de todo el sector a una única apuesta.

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