La industria de forrajes deshidratados prevé casi  un 50% menos de producción en 2023/24

La industria de forrajes deshidratados prevé casi  un 50% menos de producción en 2023/24

El pasado 31 de marzo finalizó la campaña 2022/23 de la alfalfa en España, con una producción de forrajes deshidratados de 1.263.041 toneladas y un descenso del 13% y de 187.000 t con relación a la campaña precedente, que trajo consigo 1.450.000 t, según la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada (AEFA).

En cambio, esta Asociación estima un descenso de la producción cercana al 50% en la nueva campaña 2023/24, que se inició el pasado 1 de abril, debido a la sequía y a la falta de suficiente agua para riego, lo que pondrá en jaque la propia viabilidad de este sector agroindustrial.

 

En cambio, esta Asociación estima un descenso de la producción cercana al 50% en la nueva campaña 2023/24, que se inició el pasado 1 de abril, debido a la sequía y a la falta de suficiente agua para riego, lo que pondrá en jaque la propia viabilidad de este sector agroindustrial.

Excepto en Andalucía, la producción de forrajes deshidratados bajó en la última campaña en el resto de CC.AA. productoras, con Cataluña a la cabeza, con una caída del 22 %, seguido de Castilla y León, con un descenso del 14%, mientras que Castilla La Mancha y Navarra bajaron un 12%, respectivamente y en Aragón, la principal zona productora en España, el descenso fue del 10%.

En la pasada campaña las hectáreas del cultivo de alfalfa destinadas a su deshidratación bajaron un 8% respecto a la precedente, por lo que, según la AEFA, ya se preveía un descenso en la producción.

A estas malas previsiones iníciales, se unió luego un rendimiento bastante bajo en relación a otras campañas, debido principalmente a la falta de agua para riego y las altísimas temperaturas que, además, facilitaron la aparición de plagas.

Por productos, las balas de alfalfa deshidratada fueron la principal transformación industrial, con el 55 % del total, seguido de los pellets de alfalfa con el 20 %, mientras que otro 10% correspondió a “otros forrajes” (festuca, ray grass, vezas…) y el forraje mix y la avena forrajera deshidratada supusieron un 11 y un 5 % del total, respectivamente.

Según AEFEA, desde el punto de vista de las ventas de forrajes deshidratados, la campaña 2022/23 fue bastante positiva. Comenzó con una gran demanda, lo que hizo que conforme se iba produciendo se iba vendiendo el producto, tanto al mercado nacional como internacional. Conforme fueron transcurriendo los meses, la demanda continuó sólida, notándose cierto parón a partir de febrero, aunque ya la mayoría de las empresas habían comercializado casi la totalidad de su producción.

Por el contrario, el sector inició el pasado 1 de abril la nueva campaña 2023/24, que se prevé muy complicada, debido principalmente a que viene lastrada por la sequía y por las malas previsiones en las zonas de regadío, así como por la baja producción estimada en los secanos, debido a la sequía y a la falta de precipitaciones.

Al sector ve con gran pesimismo esta nueva campaña e incluso alguna industria puede que tenga que cesar la actividad, por la poca disposición de agua en algunas cuencas hidrográficas.

En este sentido, desde esta Asociación se hace un llamamiento a las autoridades para que ayuden a paliar los problemas del sector de los forrajes deshidratados.

AEFA estima un descenso de la producción cercana al 50%, lo que pondrá en jaque la viabilidad de las industrias deshidratadoras, así como a parte de los 4.000 puestos de trabajo que el sector deshidratador español genera en el ámbito rural.

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