El stock nacional de vino podría haber quedado entre 34 y 35 Mhl al final de 2021/22

El stock nacional de vino podría haber quedado entre 34 y 35 Mhl al final de 2021/22

Tras conocerse los movimientos de mercado del sector vitivinícola en junio, penúltimo mes de 2021/22, así como de las existencias de 37,4 Mhl de vino y de 1,9 Mhl de mosto sin concentrar al cierre de ese mes, la campaña podría haber concluido el pasado 31 de julio con un stock  final de entre 34 y 35 Mhl, un volumen, en todo caso, inferior al de inicio de la misma.

Si en el pasado mes de julio, el volumen de vino en stock se hubiese reducido lo mismo que en junio (-2,1 Mhl), la campaña 2021/22 habría concluido con  unas existencias de vino de 35,3 millones de hectolitros.

 

Si, en cambio, la reducción de existencias en el último mes de campaña hubiese sido la misma o similar a la que se produjo entre junio y julio de 2021, el stock final de 2021/22 habría sido de 33,9 Mhl, ya que entonces bajó en ese periodo de un mes de 39,5 a 36 Mhl, es decir, en 3,5 millones.

En comparativa, el stock de vino en el pasado mes de junio, según los datos recabados por el Sistema de Información del Mercado Español del Vino (INFOVI), se habría reducido un 5,3% y en 2,1 millones de hectolitros en relación al volumen de existencias de finales de junio de 2021, hasta los 37,4 millones.

Una reducción que se produjo, sobre todo, por el descenso del stock de vino blanco a granel (-11% y de casi -1,67 Mhl) frente a una caída más moderada de las existencias de vino tinto/rosado a granel (-7,1% y -1,58 Mhl) y el mantenimiento de las de vinos envasados de ambos colores.

En conjunto, durante junio, las existencias vitivinícolas se redujeron un 8,7% y en casi 3,75 Mhl, hasta quedar en 39,31 Mhl, con descensos de casi 3,2 millones (-7,8%) en vino, que quedaron en los 37,45 Mhl citados, y del 8,4% y de 568.000 hl en mosto concentrar, con un descenso hasta los 1,86 millones.

Castilla-La Mancha concentraba a 30 de junio un 30,9% del volumen total en stock de vino, con cerca de 11,6 Mhl, seguido de La Rioja, con casi 5,22 Mhl y de Cataluña, con 5 millones.

En mosto sin concentrar, la región castellano-manchega tenía un 89,5% de todo el stock a finales de junio, con casi 1,67 millones de hectolitros.

Durante dicho mes, salieron al mercado 5,3 Mhl, de los cuales 3,7 millones fueron a abastecer el mercado interior (3,2 millones a otros destinos distintos de destilación y vinagrería; otros 141.040 hl a destilación de alcohol y 33.471 hl a la fabricación de vinagre) y casi 1,93 millones se destinaron a exportación, con datos estos últimos orientativos, con casi 1,4 millones a otros países de la UE y 522.290 hl a países terceros.

Por otro lado, el Ministerio de Agricultura decidirá a partir de mediados de septiembre si incrementa o no del 10% al 15%, como máximo la destilación de prestaciones vínicas (artículo 50.1 a) del Real Decreto 1363/2018)k, en función de los datos sobre disponibilidades de vino que se establezcan a partir de la información sobre existencias y cosecha estimada disponibles a 15 de septiembre.

Con los  datos disponibles hasta mayo pasado, las disponibilidades de vino estimadas para la pasada campaña 2021/22 ascendían a 72,8 Mhl, una cifra que es superior a la media de 71,44 millones del periodo 2017/18-2021/22, por lo que , de acuerdo al artículo citado cabe esa posibilidad.

En dicho artículo se señala que «cuando las disponibilidades de vino para una campaña determinada sean superiores a la media de las últimas cinco campañas (algo que sucede en este caso ya que son de casi 1,4 Mhl superiores, con datos de mayo), el MAPA podrá incrementar el volumen de alcohol que deben contener los subproductos hasta una cantidad no superior al 15% del volumen de alcohol contenido en el vino del que procede.»

De los 72,8 Mhl de oferta disponible (datos a mayo de 2022), unos 35,4 millones corresponden a la producción de vino de 2021/22 y otros 37,4 millones a las existencias iniciales (a 1 de agosto de 2021) que, además, coinciden con el stock de vino que quedó a 30 de junio pasado.

Este tipo de destilación contribuye, por un lado, a reducir la oferta disponible de vino  en el mercado, al tener que destilarse obligatoriamente y, además, a mejorar la calidad del producto, puesto que se detrae el vino de peores condiciones cualitativas.

 

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