La Eurocámara aprueba el Acuerdo Económico y Comercial de la UE con Canadá

Los eurodiputados aprobaron este miércoles 15 de febrero el acuerdo económico y comercial global con Canadá (CETA, por sus siglas en inglés), que tiene como objetivo impulsar el intercambio de bienes y servicios y el flujo bilateral de inversiones. El histórico acuerdo podría aplicarse provisionalmente ya en abril.

La Eurocámara aprueba el Acuerdo Económico y Comercial de la UE con Canadá

“Con el CETA, apostamos por la apertura, el crecimiento y elevados estándares, por encima del proteccionismo y el estancamiento económico”, subrayó el responsable de la tramitación parlamentaria del acuerdo, Artis Pabriks (PPE, Letonia) durante el debate previo a la votación.

“Compartimos valores comunes con Canadá, un aliado en el que podemos confiar. Juntos podemos construir puentes, en vez de un muro, para la prosperidad de nuestros ciudadanos”, añadió Pabriks, quien consideró que el CETA será una referencia para futuros acuerdos comerciales en todo el mundo.

El acuerdo recibió el apoyo de 408 eurodiputados, 254 votaron en contra y 33 se abstuvieron.

Fomentar el comercio

El CETA eliminará los aranceles sobre los bienes y servicios más vendidos en Europa y Canadá y también establece el reconocimiento mutuo de las certificaciones para una amplia gama de productos.

Además, Canadá abrirá sus mercados federales y municipales de contratación pública, como ya lo están en Europa. Los proveedores europeos de servicios, desde el transporte marítimo a las telecomunicaciones e ingeniería, servicios ambientales y de contabilidad, tendrán acceso al mercado canadiense.

Protección de la agricultura y respeto a los estándares sociales

Durante las negociaciones, la UE garantizó la protección de más de 140 indicaciones geográficas europeas de alimentos y bebidas que se venden en el mercado canadiense. También se han incluido cláusulas sobre desarrollo sostenible para salvaguardar los estándares medioambientales y sociales y garantizar su refuerzo mediante el comercio y la inversión.

Para atajar la inquietud sobre el poder que el acuerdo otorga a las compañías multinacionales y sobre el derecho interno de los estados a legislar en ámbitos como la salud, la seguridad o el medioambiente, la UE y Canadá reconocerán en el preámbulo del texto y en una declaración anexa que éste se aplicará de manera provisional sin perjuicio del derecho de las autoridades nacionales a regular esas áreas.

Excepciones

El CETA no suprimirá los aranceles en los ámbitos de servicios públicos y audiovisuales, transporte, y algunos productos agrícolas como lácteos, avícolas y huevos.

Protección de inversiones más transparente

Como respuesta a la presión parlamentaria, el controvertido mecanismo de arbitraje para la resolución de disputas entre inversores y estados fue sustituido por un sistema de tribunales de inversión permanente para garantizar el control gubernamental en la designación de los mediadores y reforzar la transparencia.

Acuerdo estratégico de asociación UE-Canadá

 Los eurodiputados también dieron su visto bueno al acuerdo estratégico de asociación entre la UE y Canadá (SPA, en inglés), complementario del CETA. El pacto aspira a incrementar la cooperación bilateral en diversos ámbitos no relacionados con el comercio, como la política exterior y de seguridad, la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, el desarrollo sostenible, la investigación y la cultura.

El acuerdo estratégico fue aprobado con 506 votos favorables, 142 en contra y 43 abstenciones.

Próximos pasos

El CETA se podrá aplicar de manera provisional el primer día del mes siguiente a que ambas partes se hayan notificado mutuamente la conclusión del proceso de ratificación. El Parlamento cree que, como pronto, la aplicación provisional comenzará el 1 de abril.

Declarado acuerdo mixto por la Comisión Europea en julio de 2016, también debe ser ratificado por los parlamentos nacionales y regionales.

Antecedentes

Las negociaciones del CETA comenzaron en mayo de 2009 y concluyeron en septiembre de 2014. El acuerdo entre la UE y Canadá se firmó el 30 de octubre de 2016. En 2015 la UE importó mercancías de Canadá por un valor de 28.300 millones de euros, mientras que las exportaciones alcanzaron 35.200 millones, cifras que podrían aumentar en más de un 20% cuando el acuerdo se aplique en su totalidad.

La Comisión de Comercio Internacional del PE ya había dado su visto bueno el pasado mes de enero. Si los eurodiputados dan su consentimiento final en esta sesión plenaria, el acuerdo podrá aplicarse de manera provisional en abril.

El comercio entre la UE y Canadá supuso el  63.500 M€ en 2015, y se calcula que esa cifra podría llegar a experimentar un crecimiento de alrededor de un 20 %.

El CETA eliminará la mayoría de los derechos de aduana entre la UE y Canadá, excepto los que se cobran en servicios públicos, servicios audiovisuales y de transporte y algunos productos agrícolas.

También ampliará el reconocimiento mutuo de la certificación para una amplia gama de productos, desde los eléctricos a los juguetes.

¿A quién beneficiará el CETA?

Compañías

Las empresas de la UE que quieran expandirse hacia el mercado canadiense lo tendrán ahora más fácil y podrán beneficiarse de procedimientos simplificados

Con el Acuerdo, las empresas de la UE podrán optar a contratos públicos a todos los niveles de la administración canadiense, incluida, por primera vez, la administración provincial, responsable de gran parte del gasto público.

Canadá creará también una web única de contratación pública electrónica que combinará la información sobre todas las licitaciones para garantizar que las empresas de la UE puedan aprovechar las nuevas oportunidades.

Trabajadores

Será más fácil para ciertos profesionales de la UE proporcionar servicios legales, contables, de ingeniería, arquitectónicos o similares en Canadá. El CETA proporciona un marco para la UE y Canadá para reconocer mutuamente los títulos y la formación en tales profesiones. También facilitará a las empresas el traslado temporal de personal al otro lado del Atlántico.

Consumidores

La apertura de los mercados tiene el potencial de mantener los precios bajos y dar a los consumidores más opciones.

Protección de los productos de la UE

 La UE podrá exportar casi el 92% de sus productos agrícolas y alimenticios a Canadá sin aranceles.

Sin embargo, la denominación de origen de los productos de la UE está protegida por el CETA. Canadá ha acordado proteger 143 indicaciones geográficas de la UE. Hasta 27 productos españoles tendrán una protección especial en virtud del acuerdo. Los turrones de Jijona y Alicante, Guijuelo, Los jamones de Huelva y Teruel o las salchichas Vic y el azafrán manchego, entre otros, mantendrán su lugar único en los mercados de ambos lados del Atlántico.

Garantías

Todas las importaciones de Canadá deben cumplir las normas y reglamentos de la UE.

El CETA no reducirá ni cambiará las normas existentes en la UE en materia sanitaria, medioambiental, social y de seguridad. Tampoco reducirá los derechos de los consumidores.

No cambiará las normas de seguridad alimentaria de la UE, incluidas las relacionadas con los organismos genéticamente modificados o la prohibición de la carne tratada con hormonas.

El acuerdo no cubre los servicios públicos, por lo que los Estados miembros podrán mantener los monopolios públicos y seguir decidiendo qué servicios (suministro de agua, salud, educación…) quieren mantener y cuáles quieren privatizar.

Resolución de litigios de inversión

En respuesta a la presión parlamentaria, el controvertido mecanismo de solución de controversias entre inversores y estados (ISDS) -considerado un sistema privado basado en las elecciones de las empresas- fue reemplazado por el sistema de tribunales de inversión (ICS), cuyo objetivo es garantizar el control gubernamental sobre la elección de árbitros

El nuevo sistema de tribunales de inversión será público, no se basará en tribunales temporales y tendrá jueces profesionales e independientes designados por la UE y Canadá.

Transparencia

El texto del acuerdo con Canadá ha estado integralmente disponible en línea durante los últimos dos años, después de concluir las negociaciones en Ottawa el 26 de septiembre de 2014.

El CETA fue declarado además “acuerdo mixto”, por lo que además del consentimiento del Parlamento Europeo, necesita ser ratificación por los parlamentos nacionales y regionales. Lo que en la práctica supone que tendrá que superar un proceso de profundo escrutinio.

Canadá

Canadá tiene una población de más de 36 millones de habitantes y un PIB de 1,4 billones de euros. Si se considera su riqueza per cápita y se compara con los países de la UE, Canadá se situaría entre Dinamarca y Bélgica.

Comisión Europea

Por su parte, el presidente Jean-Claude Juncker, se mostró satisfecho con el resultado de la votación celebrada en Estrasburgo, y declaró que “el voto emitido por el Parlamento Europeo constituye un importante hito en el proceso democrático de ratificación del acuerdo alcanzado con Canadá y permite también su entrada en vigor provisional.

Por consiguiente, las empresas y los ciudadanos de la UE empezarán a disfrutar de sus ventajas lo antes posible. Este acuerdo comercial ha sido objeto de un riguroso control parlamentario que refleja el creciente interés de los ciudadanos por la política comercial.

Los intensos intercambios que el Acuerdo Económico y Comercial Global (ECG  o CETA en inglés) ha suscitado a lo largo de este proceso demuestran el carácter democrático de las decisiones de la Unión Europea.

Este acuerdo progresivo ofrece una oportunidad para configurar juntos la globalización e influir en la elaboración de las normas del comercio mundial. Buen ejemplo de ello es que ya estamos trabajando con nuestros amigos canadienses para establecer normas multilaterales sobre cuestiones relacionadas con la inversión, añadió Juncker.

Invito ahora a todos los Estados miembros a llevar a cabo un debate inclusivo y en profundidad a nivel nacional con las partes interesadas pertinentes en el contexto del proceso de ratificación nacional del acuerdo».

Por su parte, Cecilia Malmström,  comisaria de Comercio, declaró que “este voto abre una nueva era en las relaciones UE-Canadá: hoy enviamos juntos un claro mensaje. Construyendo puentes, en lugar de muros, podemos afrontar juntos los retos de nuestras sociedades. En estos tiempos de incertidumbre, marcados por el aumento del proteccionismo en el mundo, el AECG subraya nuestro firme compromiso con el comercio sostenible.

Una vez que el Parlamento canadiense haya ratificado el acuerdo, el siguiente paso consistirá en ponerlo en marcha de forma provisional. Confío en que lo hagamos de forma rápida y eficaz. Los ciudadanos y las empresas a ambos lados del Atlántico deberían empezar a disfrutar muy pronto de estas ventajas.»

¿Qué aportará el AECG?

El AECG ofrece nuevas oportunidades a las empresas de la UE. Les permitirá ahorrar los más de 500 millones de euros que abonan anualmente en concepto de aranceles por los productos que exportan a Canadá. Prácticamente un 99 % de este ahorro será efectivo desde el primer día.

Permitirá, asimismo, a las empresas de la UE acceder en mejores condiciones que nunca a los contratos públicos canadienses, incluso a nivel provincial (así como a nivel federal y municipal).

El acuerdo beneficiará enormemente a las pequeñas empresas que no pueden asumir el coste de los trámites burocráticos. Estas empresas ahorrarán tiempo y dinero, por ejemplo evitando requisitos que duplican los ensayos, largos procedimientos aduaneros y elevados gastos jurídicos,

El AECG creará nuevas oportunidades para los agricultores y los productores de alimentos, al tiempo que se protegerán plenamente las sensibilidades de la UE. Las aperturas de la UE respecto a determinados productos están limitadas y calibradas y se compensan mediante aperturas canadienses que satisfacen importantes intereses exportadores europeos, por ejemplo en los sectores del queso, el vino y las bebidas espirituosas, las frutas y hortalizas y los productos transformados, así como con la protección de 143 productos europeos de alta calidad («indicaciones geográficas») en el mercado canadiense.

Según la Comisión Europea, los quinientos millones de consumidores de la UE también se beneficiarán del AECG. El acuerdo permite incrementar la oferta, manteniendo al mismo tiempo los estándares de calidad europeos, ya que solo los productos y servicios que cumplan plenamente todas las disposiciones reglamentarias de la UE podrán acceder a su mercado.

Esto significa que el acuerdo no cambiará la forma en que la UE regula la seguridad alimentaria, en particular los productos derivados de OMG o la prohibición de la carne de vacuno tratada con hormonas, añadió la CE.

El acuerdo ofrecerá una mayor seguridad jurídica en la economía de los servicios, mejorará la movilidad de los empleados de las empresas y ofrecerá un marco que permita el reconocimiento de cualificaciones profesionales, desde arquitecto hasta gruísta.

La actual forma de resolución de litigios entre inversores y Estados contemplada en muchos acuerdos comerciales bilaterales negociados por los gobiernos de la UE se ha sustituido por un nuevo sistema mejorado de Tribunal de inversiones. El nuevo mecanismo será transparente y no estará basado en tribunales ad hoc.

Los Estados miembros seguirán teniendo la posibilidad de organizar servicios públicos según deseen. Esta y otras cuestiones se han clarificado en un instrumento interpretativo conjunto que tendrá fuerza jurídica y que presenta de forma clara e inequívoca qué han acordado Canadá y la Unión Europea en una serie de artículos del AECG.

Contexto y próximos pasos

El 30 de octubre, la UE y Canadá firmaron el acuerdo comercial, y el Parlamento Europeo le ha dado hoy su aprobación. Ello allana el camino para su entrada en vigo provisional, una vez que haya sido ratificado por la parte canadiense.

El AECG estará totalmente implementado una vez que los parlamentos de todos los Estados miembros lo ratifiquen de conformidad con sus respectivas obligaciones constitucionales.

Está claramente demostrado que los acuerdos de libre comercio favorecen el crecimiento y el empleo en Europa. A modo de ejemplo, las exportaciones de la UE a Corea del Sur han aumentado más de un 55 % desde la entrada en vigor del acuerdo comercial de la UE con este país en 2011.

En este período de cinco años, las exportaciones de algunos productos agrícolas han aumentado un 70 % y las ventas de automóviles de la UE en Corea del Sur se han triplicado.

El acuerdo con Corea se aplicó también provisionalmente durante el proceso de ratificación. Por término medio, 1.000 millones de euros de exportaciones adicionales se traducen en 15.000 puestos de trabajo en la UE. En Europa, 31 millones de puestos de trabajo dependen de las exportaciones.

Oposición de COAG

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), por su parte, se opuso rotundamente al Acuerdo de Libre Comercio UE-Canadá (CETA) que  el Parlamento Europeo ha aprobado, porque pone en peligro el modelo social y profesional de agricultura de la UE y la apuesta estratégica de nuestros agricultores y ganaderos por la calidad, la seguridad alimentaria, el bienestar animal y el respeto al medio ambiente.

En este sentido, COAG considera que igualar la normativa europea con la canadiense en materia de seguridad alimentaria y producción agraria supondría un retroceso sin precedentes en los derechos de los consumidores, al tiempo que supondría una competencia desleal para nuestros agricultores en base a un modelo de producción como el de Canadá que permite la inyección de anabolizantes, antibióticos y hormonas de crecimiento en ganado o la utilización del cloro para desinfección de carnes, (sustancias prohibidas desde hace años en la UE por sus perniciosos efectos).

Según los diversos estudios publicados, su puesta en marcha tendría un impacto especialmente negativo para los productores españoles de carne de vacuno, porcino, leche y cereales, para  el 90% las indicaciones geográficas a nivel europeo con denominación de origen.

Además, según COAG, tendría un fuerte impacto en el medio rural, ya que prevé facilitar la privatización de los servicios públicos y prohibir la “remunicipalización” de los servicios privatizados.

El CETA tiene que ser ratificado ahora en los 28 parlamentos nacionales de los Estados miembros de la UE, por lo que desde esta organización se exige a los partidos políticos españoles con representación en el Congreso responsabilidad a la hora de ejercer su voto.

 “Ya no vale la equidistancia y los posicionamientos ambiguos. O se está con los ciudadanos y los agricultores europeos o con los intereses especulativos de un puñado de multinacionales agroexportadoras.

De verdad quieren nuestros responsables políticos que  los consumidores europeos se traguen anabolizantes y hormonas de crecimiento, mientras que un grupo de bróker de fondos de inversión se enriquecen?, subrayó Miguel Blanco, secretario General de COAG.

Texto del Acuerdo: http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52016PC0470&from=ES

Preguntas y respuestas del Acuerdo:

AECG: Contexto, preguntas y respuestas, y contenidos

Foto: Parlamento Europeo

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