Declaración para la contención de la Xyllella Fastidiosa en las Baleares

"La detección de la Xylella fastidiosa en las Islas Baleares es una mala noticia, que añade un motivo de preocupación para la agricultura insular, actividad que caracteriza la mayor parte del territorio y el paisaje de nuestras islas. El hecho de que pueda afectar también especies forestales incrementa el riesgo para el mundo rural y las dificultades de control.

Declaración para la contención de la Xyllella Fastidiosa en las Baleares

Este hecho perjudica de forma directa a las personas, empresas y entidades relacionadas con la producción agrícola, pero también a otros ámbitos por la relación de la calidad del entorno con el turismo y el bienestar de los habitantes de las Baleares, los primeros perjudicados por una degradación del medio ambiente y el paisaje en el que vivimos.

Ante esta situación, las entidades que suscribimos el presente documento constatamos el interés de la sociedad balear por los almendrales, olivares, viñas y el paisaje agrícola, que ha supuesto una reacción positiva de las instituciones, los medios de comunicación y la población que nos hace llegar muestras de apoyo, las cuales no podemos hacer otra cosa que agradecer.

El problema se ha de afrontar con serenidad y se han de dejar de lado los catastrofismos: hemos de estar atentos a las indicaciones y decisiones técnicas, que son sensatas y acertadas. Hace falta trabajar por la contención de la enfermedad y por conseguir la convivencia con la bacteria, que ya existe en otras zonas del mundo donde está presente sin que haya supuesto el fin de la actividad agraria. La administración ha de establecer contactos internacionales con otros países afectados y en especial con aquellos en los que la presencia de la bacteria es antigua y han aprendido a convivir con ella.

Solo se conseguirán resultados positivos con actitudes comprometidas y activas: no se han de escatimar medios técnicos, humanos ni económicos para hacer frente a esta amenaza. En consecuencia, nos consideramos con el derecho de instar al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y a la Unión Europea a que den  el apoyo necesario a la administración local y autonómica para impulsar los planes y actuaciones de prevención, de contención y lucha epidemiológica, de investigación científica aplicada y de información a agricultores y otros profesionales, así como a la ciudadanía en general.

Un plan de contención, en las actuales circunstancias de las Baleares, es lo más adecuado: la eliminación sistemática únicamente de los ejemplares afectados, tal y como se viene aplicando en otras zonas del mundo y también en la región de Lecce (Italia), es la práctica que todos los conocedores del problema en las Islas Baleares consideramos viable.

Un plan de erradicación, en cambio, implicaría arrasar e incinerar la vegetación cultivada y silvestre de grandes extensiones de terreno, 100 metros en torno de cada caso, y la prohibición de replantar ninguna de los cientos de especies sensibles, con unas posibilidades de éxito incierta que es inviable destruir la totalidad de raíces, así como tampoco hay garantías de que los vectores no puedan transportar la bacteria más lejos. El impacto económico, agrícola, ambiental, turístico y paisajístico sería superior al que puede generar la infección: las Baleares sembradas de “cráteres” de 100 metros de diámetro en torno de los cientos o miles de puntos donde se detecte la infección quedarían desoladas y se destruirían miles de árboles sanos de forma innecesaria.

Asímismo, consideramos la conveniencia de acciones específicas para la Sierra de Tramuntana por su carácter de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, así como para todos los espacios singulares del archipiélago, donde el impacto de la erradicación sería especialmente nefasto.

Finalmente, valoramos como imprescindible mantener el esfuerzo conjunto de todas las instituciones y organizaciones profesionales, económicas y políticas para afrontar esta situación en beneficio del campo y de la sociedad insular».

Suscriben la presente Declaración: Ametlles i garroves de Balears, Associació Agrària de Joves Agricultors de Balears (ASAJA-Balears), Associació de Bodeguers de les Illes Balears, Associació d’Empresaris de Planters i Centres de Jardineria de les Illes Balears “Feim Verd”, Associació Escola de Música i Danses de Mallorca, Associació de Producció Ecològica de Mallorca (APAEMA), Col·legi Oficial de Biòlegs de les Illes Balears, Col·legi d’Enginyers Agrònoms de les Illes Balears, Col·legi d’Enginyers Forestals de les Illes Balears, Consell Balear de Producció Ecològica (CBPAE), Consell Regulador de la D.O.P Binissalem, Consell Regulador de la D.O.P Oli de Mallorca, Consell Regulador de la D.O.P Oliva de Mallorca, Consell Regulador de la D.O.P Pla i Llevant, Consell Regulador de la D.O.P Ametlla de Mallorca, Consell Regulador de la I.G.P Vi de la Terra de Mallorca, Federació Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), Institut d’Estudis Eivissencs, Productors Mallorquins de Fruits Secs S.A.T, Societat d’Història Natural de les Illes Balears, Unió de Pagesos de Mallorca.

 

 

 

 

 

 

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