César Lumbreras, la voz del campo. Por Jaime Lamo de Espinosa

Permítanme que les cuente lo ocurrido en Sevilla el pasado 7 de marzo en una reunión celebrada en los Reales Alcázares, marco incomparable, organizada por Asaja-Sevilla y por el instituto de Cuestiones Medioambientales (ICAM), donde ocurrieron muchas cosas y entre ellas, la principal, la entrega del VIII premio ICAM-Asaja al gran periodista agrario César Lumbreras Luengo.

César Lumbreras, la voz del campo. Por Jaime Lamo de Espinosa

Por JAIME LAMO DE ESPINOSA, director de Vida Rural.

Querido lector:

Permítanme que les cuente lo ocurrido en Sevilla el pasado 7 de marzo en una reunión celebrada en los Reales Alcázares, marco incomparable, organizada por Asaja-Sevilla y por el instituto de Cuestiones Medioambientales (ICAM) bajo la dirección de Ricardo Serra Arias, presidente de Asaja-Sevilla. Fue una mañana donde ocurrieron muchas cosas y todas ellas son dignas de ser reseñadas y comentadas. Entre otras, la principal, la entrega del VIII premio ICAM-Asaja al gran periodista agrario César Lumbreras Luengo.

La mañana se inició con una introducción por parte de Ricardo Serra señalando que en este año Asaja-Sevilla celebra los cuarenta años de su creación, tiempo bastante para haber acreditado buena mano y buena capacidad de conducción de tan significada organización profesional agraria. Por mi parte recordé cómo, en 1977 y, ante las negociaciones de precios agrarios que iban a llevarse a cabo en el 78 fruto de los pactos de la Moncloa, organizamos la reuniones con diversos sindicatos agrarios de reciente creación, pues habían nacido al mismo tiempo que se había producido la disolución de la vieja Hermandad Nacional de Labradores y Ganaderos.

En aquellas mesas negociadoras, que conduje yo en el Ministerio de Agricultura, se sentaban cuatro organizaciones agrarias y una de ellas, y muy significada por cierto, fue precisamente Asaja. Eso me permitió recordar a una vieja gloria del nuevo sindicalismo agrario democrático, que fue Javier López de la Puerta.

La segunda parte de la sesión mañanera estuvo consagrada al examen de los «40 años de Agricultura y sector Agroalimentario». En ellas intervenimos Silvia Cifre Widrow, responsable de negocios agro de Basf en España con una muy documentada charla;  el catedrático emérito de mejora genética de la Universidad de Córdoba José Ignacio Cubero Salmerón, cuya intervención nos obligó a reflexionar como el futuro de la agricultura está en la mejora genética;  Pedro Barato Triguero, presidente nacional de Asaja quien nos llevó con buen tino por la reflexión interiorista y los riesgos exteriores, y yo mismo.

Todas las intervenciones fueron relevantes y me resultaría  extraordinariamente difícil hacer un compendio de ellas. Quizás, por resumir los cuarenta años de cambio en el sistema agroalimentario, que han sido extraordinarios y que lo han transformado de un modo notable daré las siguientes pinceladas que me permití exponer allí mismo.

Somos el segundo país agrario de la UE, el cuarto país en ventas de Europa y el noveno del mundo; el sexto exportador mundial; el primer país productor de vinos en volumen; el primer país en hectáreas y en volumen de aceite de oliva del mundo; el primer país exportador hortofrutícola de Europa; el tercer país productor del mundo de porcino; el primer país de Europa en superficies regadas y el tercero del mundo en riego modernizado; el primer país de Europa en organismos modificados genéticamente (OMGs); nuestra industria agroalimentaria ocupa el primer puesto en la industria manufacturera española y nuestro saldo exterior agroalimentario arroja una cifra positiva en su balanza comercial –unos 10.000 millones de euros– que la sitúa en el segundo puesto nacional tras bienes de equipo. Y además nuestra agricultura está ya en la “agricultura 3.0”, la de los macrodatos, la era digital. Ese es el panorama por el que hay que sentirse muy orgullosos y sobre el que insisto incansablemente.

Finalizada este debate, esta parte de la sesión, pasamos a la entrega de la distinción del Icam-Asaja al periodista César Lumbreras Luengo, al fin y al cabo este era el motivo principal de estar todos congregados en Sevilla. A ese solemne acto de distinción acudieron nada menos que la consejera de Agricultura Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Ortiz Rivas, el alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, Juan Espadas Cejas, el propio Ricardo Serra en su condición de presidente de Asaja-Sevilla, José María Loring por ser presidente del Icam y José Luis García Palacios, presidente de la Caja Rural del Sur. Todos ellos se deshicieron en elogios y en comentarios admirativos hacia la figura de César Lumbreras.

Pero la sorpresa del día estuvo, como no podía ser de otra manera, a cargo del notable periodista Carlos Herrera Cruset. Herrera y Lumbreras pertenecen ambos a la COPE, son buenísimos amigos, excelentes amigos, se admiran y se respetan y se quieren desde hace muchos años y han colaborado juntos en numerosas ocasiones. Las palabras de Herrera entre irónicas, simpáticas, llenas de humor y de buen hacer, ilustraron sobre la figura del homenajeado, Lumbreras, y nos hicieron pasar a todos un rato verdaderamente excelente.

Todos sus comentarios estuvieron llenos de acierto y de buen sentido, como es lógico en él y dieron pie a una intervención, la siguiente, por parte del homenajeado, César Lumbreras, que también discurrió por el camino del humor, la simpatía y el afecto hacia Herrera y hacia todos los que allí nos encontramos. Es digno de resaltar la labor que realiza. No existe hoy, en el mercado español de la radio o la televisión, un periodista que haya compartido sus experiencias y su trabajo explicando los problemas y las soluciones de la agricultura desde hace prácticamente cuarenta años.

Desde entonces –como resaltó la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina en una carta que allí leyó Pedro Barato para hacerse patente en el acto y en su solidaridad con César– nadie como él ha narrado con su peculiar y sobria voz, sobre el proceso de vertebración de las organizaciones agrarias, sobre los cambios políticos administrativos y sociales, sobre el ingreso en la CEE, la nueva PAC, la IAAA, el sistema agroalimentario, “el intermediario”, los problemas que la agricultura y la ganadería española han ido encontrando a lo largo de estas cuatro décadas y, en definitiva, a través de su programa Agropopular, del que César es creador. Y desde donde da voz al campo, a través de su programa, y se hace oír en la ciudad.

Cada sábado, entre las 8.30 y las 10:00 horas de la mañana, la voz del campo se escucha con atención e interés hoy en toda España y nos la hace llegar César con su especial tono de voz, con sus fuertes críticas cuando estas son merecidas y con una imparcialidad verdaderamente notable. Si uno tiene puesta la radio y de pronto oye el toque de su inseparable «chifla» ya sabe que tras ese toque campero, rural, viene inevitablemente la voz de César y uno sabe que debe quedarse allí, agarrado a la radio, pendiente de ella, escuchando a César, para saber qué es lo que nos pasa y por qué nos pasa. Nadie como él para darnos este género de explicaciones.
¡Enhorabuena César por tan merecido premio a una ya larga labor fecunda y notabilísima! Miles de abrazos de todos los que te escuchamos.

Con un cordial saludo

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