Cómo afecta al sector agroalimentario el resultado de las pasadas elecciones en los Estados Unidos

Cómo afecta al sector agroalimentario el resultado de las pasadas elecciones en los Estados Unidos

Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de los EEUU es importante conocer cuáles podrían ser las consecuencias que podría tener este resultado en las políticas tanto mundiales como europeas que pueden afectar al sector agroalimentario, basándonos en lo que ha trasladado durante la campaña electoral.

Por Juan Corbalán, Director  de la Oficina de Cooperativas Agro-alimentarias de España en Bruselas.

Antes de describir las políticas que podrían ser afectadas por la victoria de Trump, decir que la sensación ha sido igual que el Brexit. Mucha incertidumbre como conclusión principal. Ambos hechos tienen semejanzas tanto en cómo se ha llevado la campaña electoral, como en su evolución en el día de las elecciones (encuestas favorables para un lado a la hora de cerrar las urnas y cambio total con el resultado final).

A nivel general cuáles son las políticas que pueden verse afectadas por la victoria de Trump:

Política económica y monetaria. EEUU tiene un déficit del 4% del PIB y una deuda pública del 80% del PIB. Trump ha dicho que bajaría los impuestos lo cual podría disminuir los ingresos, aumentar la deuda pública y el déficit y desestabilizar los mercados. Recordar que en los últimos años, EEUU ha tenido unos parámetros macroeconómicos que han dado estabilidad a los mercados financiaros amainando las fluctuaciones de los mismos y dando estabilidad mundial. Una afectación de los mercados internacionales por un mayor déficit de EEUU afectaría al todavía débil crecimiento de la UE, en especial de la zona euro (puede afectar al crecimiento de la UE por la importancia de la economía de EEUU en el mundo y a los déficits de los EM provocando la necesidad de más ajustes).

Cambios en la Reserva Federal. Este organismo es el guardián de la política monetaria fiscal y monetaria de EEUU y regencia mundial. Cualquier decisión que inestabilice los mercados podría afectar a la UE.

• Política de Inmigración: ha dicho durante la campaña que va a levantar un muro entre EEUU y Méjico, que va a echar del país a todos los inmigrantes sin papeles y no dejar entrar musulmanes ni refugiados.

• Política exterior
: ha dicho que EEUU ya no va a ser el guardián de la protección de ningún país del mundo y que cada uno debe tomar medidas para protegerse y resolverse sus problemas. Habrá que ver cómo aplica esta promesa electoral en los compromisos cruciales de EEUU con la OTAN, acuerdo nuclear con Irán que ha dado estabilizad a una zona tumultuosa, implicación en la guerra de Siria, etc.

Capítulo aparte es la relación con Rusia. En la campaña electoral Trump ha alabado a Putin. Habrá que ver cómo se concreta la relación crucial entre EEUU y Rusia y cómo afecta a los conflictos en vigor, en especial Ucrania y Siria. No hay que olvidar, que del conflicto de Ucrania depende el embargo ruso a los productos alimentarios de la UE, cuyo desenlace es crucial para nuestro sector.

Esta nueva posible política exterior de Trump hará a la UE más vulnerable en el mundo y provocará que la UE tenga que estar más unida para hacer frente a su nuevo papel en el mundo por la dejadez de EEUU en los asuntos que Trump considere que no le afectan a EEUU.

Política de defensa: Enlanzando con el punto anterior, respecto a que Trump ha dicho en la campaña electoral que cada país debe asumir sus responsabilidades en defensa y que va a repensar su relación con la OTAN, la UE está muy inquieta. Hasta ahora la política de defensa de la UE se ha basado en la OTAN sustentada por EEUU.

Si Trump cambia esta estrategia, la UE deberá asumir más responsabilidades en materia de defensa. Actualmente la UE está debatiendo sobre su papel en una política de defensa común europea. En este caso una mayor implicación de la UE en materia de defensa supondrá más gastos que podrían salir parte del presupuesto comunitario que solo supone un 1% del PIB UE.

Si es así el presupuesto de la PAC se vería fuertemente afectado, no solo en las próximas perspectivas financieras cuya discusión ya ha empezado, sino en las actuales. La PAC representa un 43% del presupuesto de la UE y ya no es la primera partida presupuestaria. Un mayor recorte supondría un cambio en las herramientas que se puedan tener a nivel UE y una mayor responsabilidad de los EM (cofinanciación).

No hay que olvidar que el presupuesto comunitario ya está muy presionado por la política de inmigración de la UE, donde cada año se destinan varios cientos de millones de euros sacados principalmente del dinero no gastado de la PAC y Política de Cohesión, principalmente, dejando casi nulo margen de maniobra en la PAC a los eventos inesperados (crisis de mercados, etc.)

• Política Comercial: la campaña electoral de Trump se ha marcado por su tono antiglobalización. Además la política de Trump puede ir hacia un mayor proteccionismo, aumentando las barreras tanto arancelarias como no arancelarias a las importaciones, incluidos productos alimentarios. El mercado de EEUU es el primer destino de las exportaciones de la UE. Cualquier cambio en la política interna de EEUU (elaborando normativa que imponga dichas barreras como marketing orders, normas de calidad internas, etc.) puede derivar en una mayor dificultad de entrada de productos de la UE y como consecuencia tener que buscar nuevos mercados o venderlo en el mercado interior, con la afectación del mismo a nivel general.

TTP: el acuerdo transpacífico firmado por EEUU junto con 11 países del Pacífico fue firmado pero todavía no ratificado. La Administración Obama se ha esforzado en los últimos meses en su ratificación, pero con la campaña electoral no ha podido. Finalmente la decisión de Obama es dejar dicha ratificación a la nueva Administración. Sin embargo Trump ha dicho ya que no lo iba a ratificar.

La semana que viene se celebra una cumbre de estos países en Perú donde asistirá Obama y expondrá la nueva situación. Esta no ratificación supondría un duro golpe para la mentalidad mundial de que el comercio ayuda a la economía, con el peligro de que muchos países se replieguen igualmente, pero abre una posibilidad para que estos países giren hacia EU en sus relaciones comerciales. Actualmente la UE está negociando un acuerdo comercial con Japón, se ha finalizado con Vietnam y en vías de negociación con otros de la zona de la ASEAN.

TTIP: ya ha habido un Consejo de Ministros de Comercio de la UE después de las elecciones de EEUU, y la UE ya se ha pronunciado sobre el futuro del TTIP. La Comisaria de Comercio de la UE ha anunciado que este acuerdo “se congela” hasta saber qué piensa hacer la Administración Trump. Trump ha sido muy contrario a los actuales acuerdos comerciales especialmente el NAFTA (con Méjico y Canadá) y el TTP (Pacifico). Les acusa de ser la causa de deslocalización de las empresas de EEUU y de pérdidas de puestos de trabajo. Ha anunciado que quiere renegociar el NFTA, subir los aranceles a Méjico y China y reformular el papel de EEUU en la OMC. Ante estas iniciativas la política mundial de comercio tal y como la conocemos sufrirá cambios. En este sentido, en lo que respecta a corto plazo, la negociación TTIP se para.

• Política medioambiental: Trump en la campaña electoral ha negado las evidencias científicas del cambio climático, incluso diciendo que el cambio climático es un invento de los chinos para minar la competitividad de los EEUU. Ante esta nueva política muy distinta de la de Obama (impulsor de la lucha contra el cambio climático) habrá que ver a corto plazo el futuro del acuerdo COP21 de Paris donde la inmensa mayoría de los países del mundo (incluidos los más contaminantes, por primera vez en un acuerdo global contra el cambio climático: EEUU, China, UE) se comprometieron en diciembre a establecer medidas para que no aumentase la temperatura global de la Tierra en 2ºC, cifra que dicen los científicos que si se sobrepasa los efectos ya son irreversibles. Este acuerdo ha sido ratificado el 4 de noviembre.

Trump podría salirse del acuerdo dando un duro golpe tanto a su aplicación como al trabajo conjunto de todos los países al respecto (EEUU no formó parte de Kioto). Sin embargo el acuerdo establece que un país debe permanecer en el acuerdo 4 años antes de poder salirse de él. Veremos. Varios medios de comunicación indican que Trump estaría explorando las vías para que EEUU salga de este acuerdo lo más rápidamente posible. Hará que esperar cómo se concreta.

No se cree que aunque EEUU salga del acuerdo, éste caería ya que sin EEUU también se puede seguir adelante. Sin embargo EEUU representa el 18% de las emisiones mundiales contaminantes a la atmosfera y su no inclusión podría incitar a otros países como China a seguir sus pasos. Indicar que este acuerdo es crucial para el sector agrario y agroalimentario. De él emanarán políticas de reducción de emisiones, economía circular etc. que afectarán de lleno a la agricultura.

• Regulación financiera. Con la crisis financiera y sobre todo con la caída de Leman Brothers en EEUU el mundo financiera quedó tocado. La Administración Obama en 2010 introdujo una reforma que regulaba más los mercados financieros. Por ejemplo, dio más poder a la Reserva Federal para regular a las grandes firmas financieras y también exigir a esas empresas mayores niveles de capital y liquidez, elevar requisitos de capital para todas las instituciones depositarias, obligar a los fondos de cobertura a registrarse antes la Comisión de Valores y crear una regulación amplia del mercado de seguros por impago de deuda (CDs) y otros derivados. En este marco, Trump ha dicho en la campaña que quiere desregular el mundo empresarial y el financiero para dar más agilidad a la economía y crear puestos de trabajo en EEUU.

Además de EEUU, la UE también ha regulado más a su sector financiero estableciendo varias iniciativas como la Directiva MiFID. Esta directiva que intenta regular los productos financieros también afecta al sector agrario, ya que establece una serie de requisitos para los operadores que actúen en los mercados agroalimentarios para evitar la especulación y aumentar la transparencia, entre otras cosas.

Si EEUU realiza una modificación en su regulación financiera afectará de lleno a esta Directiva, porque su resultado depende también de la regulación que puedan tener otros mercados importantes. No hay que olvidar que muchos de los productos se operan desde mercados de EEUU como Chicago.

Reacciones europeas

La UE, sus líderes y sus instituciones (además de la mayoría de los EM) no han escondido durante la campaña electoral su preocupación y consecuencias para Europa de una victoria de Trump. Varias de sus iniciativas en la campaña electoral han hecho referencia claramente a la UE y su situación. Los principales líderes europeos de los EM han felicitado a Trump de forma oficial por su victoria entablándole a seguir trabajando por una estrecha relación entre EEUU y la UE.

El presidente de la Comision Europea, Jean Claude Juncker y el Presidente del Consejo de la UE han enviado una carta a Trump donde le invitan a seguir trabajando al respecto ante los retos mundiales que se tienen en común como inmigración, cambio climático, soberanía, Ucrania… entablándole a tener una cumbre lo más pronto posible cuando Trump quiera.

Sin embargo los líderes de la extrema derecha de muchos países de la UE como Marie Le Pen (Francia), Geert Wilders (Holanda), el partido fascista de Grecia Amanecer Dorado (tercera fuerza política en Grecia en intención de voto), también el primer ministro de Hungría, Victor Orban lo han felicitado y se han congratulado de su victoria.

La reacción de la ultraderecha en Holanda y Francia es significativa porque la victoria de Trump les da mucho oxigeno y esperanzas ante las elecciones de sus países en 2017 (Le Pen tiene un 40% de intención de voto en las encuestas y es una euroescéptica acérrima). La implicación de la victoria de Trump en estas elecciones puede ser crucial para su resultado final y como consecuencia para el futuro de la UE. Es decir, los lideres mas eurófobos (también el Presidente de Polonia) han mostrado su satisfacción por la victoria de Trump.

Ante esta reacción los principales partidos europeos y sus líderes como el PPE, S&D han afirmando que esta nueva situación debe provocar mayor refuerzo interno de la UE, mayor trabajo en políticas comunes (ante la posible dejadez de EEUU) como de seguridad europea, política exterior, etc.

En todo caso la primera decisión de la UE al respecto ha sido convocar un Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores para analizar las consecuencias de la victoria de Trump. De esta reunión, que al final no vinieron los Ministros de Reino Unido, Alemania ni Francia, salió un mensaje de unidad y de necesidad de trabajar conjuntamente con EEUU pero si no quiere la UE tomará sus propias iniciativas. En todo caso la UE está a la espera de que las políticas de Trump se vayan concretando.

Como conclusión: mucha incertidumbre y posible afectación no solo a la situación económica, política y social mundial y europea sino también al sector agroalimentario. Además según sus declaraciones, se le da oxigeno a los eurófobos en la UE ante elecciones en Francia, Holanda y Alemania que son cruciales para el futuro de la UE tal y como la conocemos.

 

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